La cúrcuma en nuestros cosméticos

La cúrcuma es una de las hierbas o incluso mejores especias, que fue popular desde la antigüedad por sus propiedades beneficiosas para la piel. Su cultivo y su uso en la antigüedad, se encuentra en los países cálidos del Este, siendo la India el primero, donde le habian dado propiedades divinas.

El principal uso de la cúrcuma en cosmética es el tratamiento de la inflamación asociada a enfermedades de la piel, eczema y acné. Por supuesto, el uso cosmético no se limita allí, ya que crea una película protectora sobre la piel, evitando el envejecimiento prematuro de la piel y su deshidratación.

Reduce las arrugas y tonifica el contorno del rostro

La adición de cúrcuma en geles de ducha y champús mejora la apariencia y textura de la piel, mientras que se considera que reduce el crecimiento de vello corporal. El brillo natural que ofrece a la piel hace que la piel se vea más bella y saludable, a la vez que reduce las arrugas y tonifica el contorno del rostro y el cuerpo, reduciendo significativamente la flacides de la piel. Los lavados de cúrcuma tratan el acné con muy buenos resultados, reduciendo el riesgo de cicatrices.

En relación al cabello, la cúrcuma es ideal para tratar la caspa, mientras que se ha utilizado como tinte natural para el cabello. Se cree que la cúrcuma ayuda a que el cabello crezca más rápido, debido a la mejora de la microcirculación en la piel y la nutrición que proporciona.

El color natural que le da la raíz de cúrcuma a los cosméticos es un maravilloso amarillo anaranjado, según la cantidad que agreguemos. El uso externo no tiene efectos secundarios, siempre que se realice con moderación y no se excedan las dosis.

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