Malva – Malva Sylvestris

La malva, como mencionamos en la colección de la hierba, contiene mucha mucosidad que resulta en una acción emoliente y calmante. Ya sea para uso interno o externo, es ideal para gastritis, úlceras de estómago, cólicos y para los vómitos.

Pertenece a las hierbas emolientes con acciones especialmente beneficiosas para el sistema digestivo. Crea una película protectora, debido a la mucosidad, en el estómago reduciendo así la acidez y el dolor incluso de las úlceras gástricas. La malva también protege los intestinos aliviando la irritación, la disentería y la diarrea. En grandes cantidades, la malva tiene efecto laxante, por lo que también es adecuada para eliminar toxinas.

Su acción se ofrece no solo para mantener la salud del sistema digestivo, sino también del sistema urinario protegiendo contra la inflamación, cistitis, uretritis y enfermedades e irritación de los riñones. Debido a la relación directa entre los sistemas urinario y ginecológico, la malva se ofrece para aliviar los problemas ginecológicos. Su mejor uso para problemas ginecológicos es utilizar una infusión para lavados vaginales.

Además de la acción emoliente y calmante que caracteriza a la malva, también tiene propiedades antiinflamatorias. Su acción antiinflamatoria ayuda en todo tipo de inflamaciones cutáneas, quemaduras y edemas, así como inflamaciones de mucosas, esguinces y dolores musculares. Al igual que con la irritación de la ortiga, alivia las picaduras de insectos y protege contra la inflamación.

Funciona como un expectorante muy bueno y alivia muchas enfermedades del sistema respiratorio. Se recomienda su uso en el combate de la tos seca o productiva por sus propiedades antitusivas, tratamiento de laringitis y faringitis y contra el asma y el dolor de garganta. Las propiedades expectorantes de la malva la hacen excelente para tratar la bronquitis. Se recomienda la malva para tratar los síntomas del resfriado común y la secreción nasal.

Como propiedades individuales, la malva protege contra las enfermedades hepáticas, desintoxicando el hígado y aliviando el dolor de oído. Las investigaciones han demostrado que consumir jugo de malva reduce las convulsiones epilépticas en los pacientes y, por lo tanto, se considera una cura para la enfermedad.

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