Entre las hierbas cuyas propiedades beneficiosas han sido reconocidas desde la antigüedad, se encuentra cistus incanus, que se encuentra en una amplia variedad de especies en la campiña griega, siendo la cretense la más fuerte. No es casualidad que sea una hierba única, ya que sus propiedades curativas ahora están científicamente probadas.
Una de las hierbas más aromáticas con importantes propiedades curativas, es el anís, ya conocida por nuestros artículos anteriores, por su acción afrodisíaca, la ayuda que ofrece durante la lactancia y la relajación que ofrece en momentos de melancolía, estrés intenso e insomnio. ¡Hay muchas más propiedades curativas que es importante conocer sobre una hierba tan extendida como el anís!
Siguiendo con la primera parte sobre las hierbas picantes, continuamos, con la referencia de las especias picantes más comunes, y su suministro al cuerpo humano.
La hierbabuena, también conocida como menta verde, tiene propiedades curativas similares a la menta y otras hierbas de la misma familia, pero se diferencia en que tiene menos efectos secundarios y es menos irritante. Estimula el cuerpo y el estado de ánimo, además de ser un afrodisíaco natural muy eficaz. Tiene acción antibacteriana, antiinflamatoria, cicatrizante, antiparasitaria, astringente, calentadora, analgésica, sedante, tónica y hemostática, por lo que beneficia a nuestro organismo en muchos niveles.
El lúpulo, una de las hierbas con una apariencia hermosa pero condiciones de cultivo exigentes, y especialmente conocida por su uso en la elaboración de cerveza, se ofrece para muchos usos, principalmente relacionados con el ámbito psicológico.
"Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina."
