Salvia – Salvia officinalis

La salvia es una hierba reconocida por sus propiedades curativas desde la antigüedad. Su nombre latino delata su especial valor medicinal, ya que significa salvación.

Se considera uno de los mejores cicatrizantes, antimicrobianos y antisépticos por naturaleza, por lo que es ideal para heridas que son difíciles de curar y heridas sangrantes. Por las mismas propiedades se utiliza contra la gingivitis, tanto para el tratamiento de los síntomas como para el tratamiento. El uso de salvia en pastas dentales está muy extendido porque, además de tratar la gingivitis, es especialmente eficaz para heridas, inflamaciones y herpes labial en la cavidad bucal.

Otra propiedad de la salvia es su eficacia en casos de indigestión, mientras que también es un muy buen antiespasmódico. Sus propiedades calmantes lo hacen ideal para los dolores de estómago y la sensación de pesadez en el estómago. En general, la salvia está indicada para enfermedades del estómago, riñones e hígado, como úlceras, cálculos renales, etc. mientras que al mismo tiempo es diurético.

Debido a algunos ingredientes reguladores de hormonas que contiene la salvia, ayuda a regular el ciclo, en casos de dismenorrea pero también durante la menopausia.

En relación con el sistema respiratorio, la salvia es eficaz contra el asma y actúa como expectorante natural. Por su acción antiséptica y calmante, actúa contra las infecciones de amígdalas, laringe y faringe.

Se considera un repelente de insectos suave, mientras que la acción calmante de la salvia también ayuda en casos de picaduras. En masajes, alivia el dolor articular.

En el ámbito psicológico tiene un muy buen efecto antidepresivo, y ayuda contra el nerviosismo y el estrés. En un dispositivo de aromaterapia, el aceite esencial ayuda en períodos de agotamiento físico o mental, en casos de insomnio y depresión posparto. También se considera un afrodisíaco natural.

El uso y consumo de salvia durante la lactancia requiere una atención especial, ya que reduce la producción de leche. En pacientes con epilepsia, el uso debe realizarse solo con la aprobación de su médico. Está prohibido consumir salvia durante el embarazo, así como en mujeres que padecen cáncer femenino, ya que actúa como regulador hormonal.

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